The last storm just turned everything turned upside down at our place in Gyasnogor. At this time of year storms are common thing in Bangladesh, sometimes real cyclones. This time it was our turn and all those who live in this area. Uprooted trees and countless broken branches have fallen over houses and power lines. We have lost nearly 70 trees. One, fortunately small, fell on top of our house, but some of our neighbors, whose houses are more fragile than ours, suffered much more than us. The poor are always the looser in these situations. The good news is that there has been no personal damages and that at least we have firewood for a while...
Ni títere con cabeza ha dejado la última tormenta que nos ha pasado por encima en Gyasnogor. En esta época del año se producen siempre en Bangladesh fuertes tormentas, a veces ciclones. Esta vez nos ha tocado a nosotros y a todos los que viven en esta zona. Árboles arrancados de cuajo e incontables ramas rotas que han caído encima de las casas y de la línea eléctrica. Casi 70 árboles hemos perdido. Un árbol, afortunadamente pequeño, cayó encima de nuestra casa, pero mucho más sufrieron algunos de nuestros vecinos cuyas casas son más frágiles que la nuestra. Los más pobres siempre llevan las de perder en estos casos. Nos queda el consuelo de que no ha habido daños personales y que al menos tenemos leña para rato…