Tuesday, January 5, 2016

Hearty farewell, Cesar. Adiós, con el corazón, César


Brother Cesar just left us after more than 2 years working in our Moulovibazar Project. An important assignment to the service of the Church fostering Child Protection policies in Catholic Institutions at a national level is responsible for his transfer to the Marist community in Mymensingh. From this post we want to thank him for all he has done for our project last couple of years: visiting and following up the primary schools, accompanying the teachers, providing with school materials more than 700 children, establishing a feeding program for the neighbouring families, and of course for his work as an econome and accountant in the project. He has been the Marists’ smiling face for the people in the tea plantations during his stay over here. Everybody has loved him and they showed it at the last little ceremony of farewell in the Parosh as you can see in the pictures. Thank you, Cesar, for everything; get our best wishes for the important task our Superiors and Bishops have trusted you with.
Se nos ha ido el Hermano César tras más de dos años trabajando en el proyecto de Moulovibazar. Una labor muy importante al servicio de la Iglesia en Bangladesh para fomentar la protección de la infancia en las instituciones católicas a nivel nacional es la responsable de su traslado a la comunidad marista de Mymensingh. Desde estas líneas queremos agradecerle todo lo que ha hecho por nuestro proyecto en estos años: visitas y seguimiento de las escuelas primarias, acompañamiento de los profesores, programas para dotar de material escolar a 700 niños y niñas de las escuelas más pobres, programa de nutrición para las familias vecinas a nuestra escuela, sin contar su eficiente trabajo como ecónomo y contable del proyecto. Ha sido la cara amable de los Maristas en las plantaciones de té durante su estancia aquí. Todos le han apreciado y querido, y se lo han demostrado en la pequeña ceremonia de despedida en la parroquia como puede verse en la foto. Gracias, César, por todo; y nuestros mejores deseos para la importante misión que nuestros superiores y los obispos de Bangladesh te han encomendado.