Friday, February 28, 2014

A primary school in the tea gardens. Una escuela primaria en una plantación de té




Visiting the parish's primary school at Hooglichora Tea State, with Sister Irene Naunar, RNDM, who is in charge of the project (36 primary schools inside the tea plantations). We, Marist Brothers, will join this effort to improve education in those schools, as part of the project that we are starting to build in Moulovibazar. Note the poor condition in which the teachers have to work (no benches, no electricity, no facilities, no books, no notebooks, a single teacher for all the academic levels…
Visita a la escuela primaria parroquial de la plantación de té en Hooglichora, con la Hermana Irene Naunar, encargada del seguimiento de las 36 escuelitas primarias en las plantaciones de té. Nosotros, los Hermanos Maristas, trabajamos junto con ella para mejorar las condiciones de la educación en esas escuelas, como parte importante de nuestro proyecto de construir una escuela secundaria en Moulovibazar. Fíjate en las paupérrimas condiciones en las que los maestros tienen que trabajar, sin bancos, ni pupitres, sin electricidad, sin servicios básicos, sin libros ni cuadernos, un solo maestro para todos los niveles juntos…





Saturday, February 22, 2014

Nuestros vecinos. Our neighbors




This is the nearest house to the land in which we want to build our school in Moulovibazar. Here live our neighbors, Jubaher and his family. We have hired Jubaher as a watchman. His wife works in the adjacent tea plantation. This means that the house doesn’t belong to them; it is the company’s property. As you can see it's a single room where parents and children sleep, the walls are of mud and bamboo canes, the roof I leave you to ask yourself if you could live under those conditions. They have no electricity or running water. Those are our neighbors; for them, for their children and for the thousands of families like them in the Moulovibazar area is for whom we are dreaming our school. A dream that can become a reality and get out of their misery hundreds of children with your aid and our work, and with the help of God.
Ésta es la casa más cercana a la finca en la que queremos construir nuestra escuela en Moulovibazar. Aquí viven nuestros vecinos. Jubaher y su familia. A Jubaher lo hemos contratado como vigilante de la finca. Su esposa trabaja en la plantación de té adyacente. Esto quiere decir que la casa no les pertenece, sino que es de la compañía propietaria de la plantación. Como puedes ver se trata de una sola habitación donde duermen padres e hijos, las paredes son de barro y de cañas de bambú, el tejado te lo dejo para que tú mismo/a te preguntes si podrías vivir así. No tienen luz eléctrica, ni agua corriente. Estos son nuestros vecinos; para ellos, para sus hijos y para los miles de familias como ellos en la zona de Moulovibazar es para quien estamos soñando nuestra escuela. Un sueño que puede convertirse en realidad, que puede sacar de la miseria a cientos de niños con tu colaboración y con nuestro trabajo, y con la ayuda de Dios.

Saturday, February 15, 2014

Foundations and columns. Cimientos y columnas



Our first trenches, our first bricks, the first columns of our school for the tea gardens workers’ children are already real thanks to the effort and the help of many of you. At the moment it is only the boundary, but we hope that very soon we will be laying the foundations of the school and the boarding school. But we don’t forget that the real columns of all this are the faith of the many people helping us to build it with their support, their prayers and their money. And we don’t forget that the real foundations are in our faith that this is good and necessary to dignify a group of young people to whom the sacred right to an education is being denied.
Las primeras zanjas, los primeros ladrillos, las primeras columnas de nuestra escuela para los hijos de los trabajadores de las plantaciones de té son ya una realidad gracias al esfuerzo y a la ayuda de muchos de vosotros. De momento no es más que la tapia, pero esperamos que muy pronto podamos estar echando los cimientos de la escuela y el internado. Todo esto sin olvidar que las verdaderas columnas de todo esto son la fe de muchas personas que nos están ayudando a construirlo con su apoyo, con sus oraciones, con sus dineros. Y los verdaderos cimientos están en nuestra fe en que esto es bueno y necesario para dignificar a unos jóvenes a los que se les está denegando el sagrado derecho a una educación de calidad.